Los ninis (jóvenes que no estudian ni trabajan) son un grupo heterogéneo que afronta ciertas barreras en el mercado laboral. Por ejemplo, la fase de transición de la vida, la falta o la escasa experiencia laboral son algunos de los obstáculos a los que pueden enfrentarse los jóvenes en el mercado de trabajo.
Un problema importante al que se enfrentan los jóvenes en Europa hoy en día es la falta de oportunidades profesionales para las personas sin estudios superiores. Esto se refiere al hecho de que algunos de los puestos más bajos de la estructura de la organización requieren una educación superior, aunque no sea relevante para el trabajo en sí. Esto puede ser un problema para los jóvenes que, por alguna razón, no tienen la oportunidad de estudiar.
Algunos jóvenes simplemente no tienen medios para financiar sus estudios, o quizá viven en zonas rurales o remotas, o son discapacitados, o por alguna otra razón tienen un acceso limitado a la educación y la formación de alta calidad y a los servicios sociales. Tienen más probabilidades de sufrir desempleo en el futuro o de ver reducidos sus ingresos.
Además, el problema puede ser la falta de información sobre las oportunidades disponibles para los jóvenes. Mientras que, por otro lado, las experiencias traumáticas en la infancia, como las enfermedades mentales de los padres, el divorcio y la violencia doméstica, repercuten en la pérdida de confianza en otras personas y en la limitación de oportunidades para esos jóvenes. La pérdida de motivación es un problema al que se enfrentan a menudo los jóvenes.
Asimismo, algunas personas dejan de buscar trabajo debido a un largo periodo de búsqueda de empleo y/o a numerosos rechazos. Ellos, al igual que los jóvenes que han perdido la fe en las instituciones, son incapaces de utilizar su potencial para ayudar a la sociedad.
El aumento del número de ninis fue liderado por la crisis económica de 2008-2013, así como por la aparición de la pandemia del COVID-19, lo que provocó un aumento de la tasa hasta el 15,2% en 2020, frente al 14% de 2019. Algunos de los determinantes que dan lugar a una elevada proporción de jóvenes que no tienen empleo, educación o formación son:
• la imposibilidad de estudiar en una institución superior por razones financieras o de otro tipo,
• vivir en zonas rurales o remotas,
• cuidar a los miembros de la familia (esto se aplica especialmente a las mujeres),
• experiencias traumáticas en la infancia, como la violencia doméstica o el divorcio,
• enfermedad, discapacidad,
• pérdida de motivación debido a un largo periodo de búsqueda de empleo y/o numerosos rechazos.
Partiendo de esta base, el proyecto SPECIAL (una iniciativa internacional cofinanciada por el programa E+ de la Comisión Europea) tiene como objetivo desarrollar nuevas herramientas educativas y pedagógicas a disposición de los profesionales del ecosistema de la educación y la formación, con el fin de involucrar mejor a los jóvenes y apoyar y mantener su (re)integración en el mercado laboral y en la sociedad en general.
El informe completo está disponible de forma gratuita y en versión multilingüe a través de la plataforma oficial de Recursos Educativos Abiertos (REA) del proyecto: https://projectspecial.eu/